lunes, 23 de enero de 2012

Firmas de capital privado: ¿salvadores o verdugos?


Las firmas de capital privado han sido calificadas de bárbaras, buitres y devoradoras de activos. Pero también han sido elogiadas por fortalecer empresas y entregar rendimientos impresionantes a sus inversionistas.
Analistas del sector dicen que las dos impresiones guardan verdades.
Las firmas de capital privado se especializan en compras apalancadas o en acuerdos financiados por deuda que se carga al balance de la compañía comprada. A menudo, las empresas adquiridas son reestructuradas para reducir costos, mejorar su eficiencia y pagar la deuda, antes de ser vendida nuevamente o colocada en la bolsa.
Algunos acuerdos recientes muestran cómo magnates dedicados a las adquisiciones apalancadas pueden financiar la innovación y el crecimiento, crear empleos y, en ocasiones, reconstruir empresas en sectores muy difíciles. Otras veces, el resultado es más deuda, pérdidas y despidos masivos.

PRIVATE1
Gloucester Engineering
Tras su reestructuración, Gloucester Engineering recontrató empleados y añadirá más.
A principios de 2010, Gloucester Engineering Co., una empresa de Massachusetts que fabrica máquinas para hacer plásticos delgados, como los usados para bolsas de basura, estaba inundada de deuda y al borde de la bancarrota. La compañía informó al sindicato que planeaba despidos y que necesitaría concesiones de los empleados que quedaran. Todo esto llegó a oídos de los clientes, que comenzaron a cancelar sus pedidos.
El sindicato contactó a Blue Wolf Capital Partners, una firma de capital privado de Nueva York con reputación de asociarse con los trabajadores, y le pidió que interviniera.
Blue Wolf, con US$118 millones bajo gestión, invirtió en Gloucester justo cuando se acogía a la protección de una corte de bancarrota y la compró tras su reestructuración a finales de 2010. "Si pudimos solucionar los problemas operativos, no había razones para que no pudiéramos verla crecer", dice Adam Blumenthal, socio ejecutivo la firma.
Así, Blue Wolf trajo un nuevo equipo directivo, instaló un sistema informático que ayudó a mejorar el manejo del inventario y cálculos de costos laborales, y desarrolló una empresa para dar servicio a sus equipos en todo el mundo. También llegó a un acuerdo con el sindicato de trabajadores que mantuvo los salarios y pensiones sin cambios, pero que exigió a los empleados cumplir con más tareas que antes.
"Nuestro único objetivo era que la empresa fuera exitosa", señala Joe Orlando, que bajo el nuevo acuerdo hizo labores de mantenimiento y manejó camiones.
Gloucester tiene ahora cerca de 100 trabajadores, frente a 30 en el momento de la quiebra, y espera aumentar más en los próximos años.
Otros acuerdos no son tan satisfactorios para todas las partes.
En 2007, cuando KKR & Co. y TPG Holding compraron TXU Corp., la más grande generadora de energía de Texas por US$45.000 millones, la mayor compra apalancada de la historia hasta entonces, las firmas inversionistas dejaron a la empresa con una deuda de US$35.000 millones, unos US$11.000 millones más que al momento de adquirirla.
Toda esa deuda ejerció presión sobre la empresa, que adoptó el nombre de Energy Future Holdings. Al mismo tiempo, un desplome de los precios del gas natural se devoró los ingresos de la empresa.
A pesar de las dificultades, Energy Future ha contratado más personal tras la incorporación de tres nuevas unidades de carbón desde la adquisición, expandiendo su plantilla en 25%, a cerca de 9.400 empleados, según la firma.
Es difícil saber cuál habría sido el destino de una empresa si no hubiera sido comprada. En especial porque los especialistas en adquisiciones apuntan a menudo a industrias en problemas.
Incapaces de obtener crédito barato como hace unos años, algunas firmas han estado utilizando menos deuda y buscando formas de expandir empresas, en lugar de desmontar y vender sus activos.
Pero menos deuda puede significar menor rentabilidad, lo que no es una gran noticia para los inversionistas de capital privado. Los datos muestran que el rendimiento de la industria ha ido decayendo, aunque aún supera a los mercados bursátiles.
En cuanto a empleos, no hay duda de que muchas adquisiciones derivaran en despidos en un esfuerzo por racionalizar las operaciones y recortar los gastos. Lo que está menos claro es si, con el tiempo, aquellos empleos son recuperados y se suman otros nuevos cuando algunas empresas reemergen más fuertes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario