lunes, 21 de noviembre de 2011

Por qué los ingresos (y no la riqueza) pueden comprar la felicidad


El viejo dicho de que "el dinero no compra la felicidad" ha resultado ser demasiado general. Ciertas cantidades de dinero pueden comprar ciertas clases de felicidad, según estudios recientes. Por ejemplo, la "valoración de la vida" de la gente mejora cuando sus salarios aumentan, pero su felicidad general diaria alcanza su máximo nivel en US$75.000, según un estudio.
Ahora aparece evidencia de que los aumentar sus ingresos ingresos, más que incrementar la riqueza, pueden mejorar la satisfacción financiera de una persona (que ahora se relaciona de cerca con la "felicidad por valoración de la vida"). Además, el estudio señala que la riqueza ganada podría causar más satisfacción que el dinero heredado.
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Compradores en un centro comercial exclusivo.
Según un nuevo estudio de Barclays Wealth y Ledbury Research, 71% de la gente que posee entre US$1,5 millones y US$3 millones afirmaron que estaban satisfechos financieramente. Eso aumenta a 76% para quienes tienen US$15 millones o más, lo que sugiere que la riqueza extra no cambia radicalmente la satisfacción financiera de la gente.
El ingreso, sin embargo, muestra un aumento mucho más marcado. El 64% de quienes tienen los ingresos más bajos en el estudio afirmaron que estaban satisfechos en lo financiero. Entre quienes tenían los ingresos más altos, la cantidad de gente satisfecha aumentó a 80%.
Quienes heredan su dinero no se sienten más satisfechos al tener mayores ingresos, lo cual no sorprende a nadie. El 70% de los herederos en los niveles de ingreso más bajos se encontraba satisfecho financieramente, aunque eso aumentó a sólo 72% en el caso de los herederos que ganan US$15 millones o más.
Un motivo por el que una mayor riqueza no siempre trae más felicidad es el conflicto familiar.
Según el estudio, es más probable que se produzcan conflictos cuando hay mayores niveles de riqueza. Cuando se preguntó si la riqueza crea conflictos familiares, 40% de quienes tienen un patrimonio neto de US$1,5 millones a US$3 millones estuvieron de acuerdo. Sin embargo, entre quienes tienen US$15 millones o más, el 46% estuvo de acuerdo.
"Los datos sugieren que una receta para la felicidad podría ser a través del trabajo", indicó Emily Haisley, parte del Barclays Wealth Behavioral Finance Team. Sin embargo, agregó que el tema requiere un estudio más específico.

Las empresas familiares, un freno para Italia, lo serà también para El Salvador???


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Sergio Dell'Orco en su fábrica de máquinas de reciclaje en Patro, Italia. El empresario prefiere lidiar con un círculo pequeño de proveedores de confianza en lugar de expandirse.
PRATO, Italia—Dell'Orco & Villani es el tipo de pequeña empresa que domina la economía italiana y que resulta esencial para rejuvenecer esta parte crucial de la zona euro.
Sólo hay un problema. "Nuestra política siempre ha sido la de no crecer", afirma Sergio Dell'Orco, de 64 años y cabeza de la fábrica de máquinas de reciclaje de Toscana. Entre los distintos factores que frenan el crecimiento de la empresa están las estrictas leyes laborales y un sistema legal ineficiente "bajo los cuales se vuelve difícil trabajar si uno es grande", explica.
La falta de crecimiento en los negocios familiares como Dell'Orco es un enorme obstáculo para que el país sea más dinámico, en especial en momentos en que Italia necesita con urgencia un mayor crecimiento para pagar sus US$2,6 billones (millones de millones) de deuda.
En uno de sus primeros discursos después de ser designado primer ministro de Italia, Mario Monti dijo que el país necesita hacer un enorme esfuerzo para reactivar el crecimiento. "Se lo debemos a nuestros hijos", expresó.
Las agencias de calificación crediticia Moody's y Standard & Poor's señalaron la falta de crecimiento de Italia como un obstáculo fundamental para reducir su nivel de deuda cuando rebajaron su calificación hace algunas semanas. El Banco Central Europeo (BCE) pidió a Roma que elimine los trámites que impiden la contratación y la expansión a las empresas.Enlarge Image
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Sara Dell'Orco es la hija del presidente ejecutivo y heredera de la empresa familiar.
En la actualidad, la economía de Italia es apenas 3% más grande que hace una década. Muchos factores han contribuido al estancamiento del país, desde su desvencijado sistema educativo a las bajas tasas de empleo entre mujeres, jóvenes y adultos mayores. Sin embargo, algunos economistas dicen que la razón central es que su sector privado está conformado principalmente por pequeñas empresas familiares que parecen incapaces de crecer.
Los sindicatos, entretanto, se oponen a las propuestas del gobierno de flexibilizar las leyes laborales de Italia y han amenazado con paralizar el país si se aprueban tales medidas.
Detrás de las atrofiadas empresas del país se encuentran las costumbres y temores de una larga lista de empresarios familiares que se aferra al control de sus compañías hasta el final de sus días. Rodeadas por una maraña de regulaciones y restricciones legales, muchas de estas familias han aprendido a sobrevivir haciendo negocios dentro de redes de clientes y proveedores de confianza, en lugar de asumir riesgos con firmas externas.
"Tales empresas tienen menos propensión a innovar, participan menos en investigación y desarrollo y rara vez penetran en mercados emergentes", indicó en un discurso reciente Mario Draghi, presidente del BCE y ex jefe del Banco de Italia.
La economía de Italia ha dependido tradicionalmente de una tasa de cambio a la baja y una deuda pública al alza. Ahora que ninguna de esas opciones está disponible, el país necesita un crecimiento basado en el aumento de la productividad de las empresas.
Las compañías italianas que cotizan en bolsa son relativamente pocas. De acuerdo con la Bolsa Italiana, el número de empresas nacionales en mercados bursátiles se redujo de 336 a finales de 2008 a 326 en la actualidad.
La prevalencia de las pequeñas empresas es un tema central en las economías en crisis del sur de Europa. Los negocios con menos de veinte trabajadores emplean cerca de 60% de la fuerza laboral en Italia y Grecia, 50% en España y Portugal, 30% en Alemania y 20% en Estados Unidos, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El entorno jurídico y normativo de Italia desincentiva a las empresas a dar un salto en tamaño, según una investigación reciente. Las empresas necesitan un promedio de 258 días para obtener aprobación para abrir un nuevo depósito, en comparación con los 26 días necesarios en EE.UU., según el Banco Mundial. Un empresario que acude a los tribunales para hacer cumplir un contrato debe esperar un promedio de 1.210 días para su resolución, en comparación con alrededor de 300 días en EE.UU. o Francia.
Como resultado, los empresarios prefieren tratar informalmente con gente que conocen, en vez de confiar en las instituciones públicas si algo sale mal. Por lo tanto, mantienen sus empresas pequeñas, incluso cuando tienen la oportunidad de crecer, dice la economista Magda Bianco, del Banco de Italia. "La ineficiencia del sistema judicial es un problema generalizado", opina.
Las empresas familiares tuvieron su auge en Italia en las décadas de los años 50 y 60, en medio del milagro económico del país después de la Segunda Guerra Mundial. Los pequeños fabricantes se instalaron alrededor de ciudades como Turín, sede de la automotriz Fiat SpA, o en pequeñas ciudades como el centro textil toscano de Prato. Sin embargo, los dueños manejaban sus negocios como feudos y las empresas rara vez se fusionaban para ganar economías de escala.
"Cada uno defiende su propio jardín", dice Sara Dell'Orco, hija del presidente ejecutivo de Dell'Orco & Villani, la compañía de máquinas de reciclaje que fundó su abuelo.
En las décadas de los 80 y 90, muchos fabricantes italianos se expandieron al exterior, aprovechando la devaluación de la lira italiana para competir en precios contra sus rivales extranjeros. Esa ventaja desapareció cuando Italia adoptó el euro y rivales de bajo costo de economías emergentes, como China e India, ganaron terreno.
Cabe aclarar que muchas de las empresas de mayor éxito —como el imperio de la moda Giorgio Armani— comenzaron como empresas familiares o permanecen bajo el control de sus fundadores o herederos.
Un esfuerzo de 2003 para relajar las leyes laborales mediante la introducción de contratos temporales dejó a la mayor parte de los empleos altamente regulada y protegida, mientras que los trabajadores más jóvenes se encuentran cada vez más en una posición precaria a corto plazo. Ellos han sufrido el impacto de la reciente recesión, con una tasa de desempleo juvenil que asciende a 29%.
El ex primer ministro Silvio Berlusconi se había comprometido a reformar algunas leyes laborales e impositivas que inhibían la contratación. Sin embargo, dio marcha atrás ante la oposición de asociaciones de pequeñas empresas.
Ahora, Monti tendrá que obtener el apoyo parlamentario suficiente para impulsar las reformas laborales y fiscales que encuentran una fuerte resistencia desde hace tiempo en Italia, incluso de los propietarios de pequeños negocios, que temen que la desregulación y una mayor competencia acabe con ellos.
"El modelo de la iniciativa empresarial familiar en Italia es un fracaso, pero nadie quiere admitirlo", sentencia Enrico Ceccato, quien dirige un fondo de inversión. "Estamos llegando al final del camino. Estas empresas están agotadas", añade.

Los mejores libros para emprendedores y PYMES


Hay muchísimos libros de auto ayuda que apuntan a nuevos emprendedores. ¿Pero cuáles realmente sirvieron a la gente a lanzar o mejorar una empresa? Les preguntamos a empresarios y educadores cuáles eran los títulos que les han dado mejores consejos. A continuación, algunos de sus elegidos.
'La empresa E-Myth'
Michael E. Gerber
"El libro de Gerber me hizo reconsiderar lo que quería lograr en mi negocio y cómo lo iba a hacer", explica J. Richard Braun, dueño de Braun Agency Inc., una firma de seguros de Virginia.
E-Myth, explica, sostiene que la mayoría de las empresas son lanzadas por personas que saben cómo hacer el trabajo técnico —como un plomero que lanza una compañía de plomería— pero que no saben cómo administrar un negocio. ¿La respuesta? Construir "sistemas replicables que puedan y operen en la ausencia del dueño", afirma Braun.
Al implementar esos sistemas, los dueños pueden contratar otros técnicos para hacer el trabajo básico de la empresa y luego contratar gerentes para supervisar las distintas operaciones de la compañía. Entonces, el dueño se puede concentrar en el verdadero trabajo de un emprendedor: darle una visión y metas generales a la empresa, así como buscar nuevas oportunidades.
'Start With Why'
Simon Sinek (disponible en inglés)
"El mensaje de Sinek cambió mi vida. Me hizo entender por qué es importante saber la razón de estar en un negocio particular, tanto para la satisfacción propia como para atraer a los clientes y empleados adecuados, y en última instancia, lograr un gran éxito", señala David Hassell, presidente ejecutivo de la empresa de software 15Five, con sede en San Francisco.
El libro sostiene que las empresas deben darles a los empleados motivos más importantes para trabajar allí, y darles a los clientes una causa con la cual alinearse, con sólo un producto o servicio que comprar, apunta Hassell. "Significa la diferencia entre un empleado que trabaja por un sueldo, o uno que lo entrega todo", afirma Hassell. "Significa la diferencia entre tener clientes que se convierten en evangelistas o aquellos que se irán con el competidor más barato tan pronto como puedan".
Explicitar la misión de su propia empresa —que todos los empleados puedan realizar contribuciones cruciales— ayudó a generar lealtad y confianza, afirma.
'El arte de empezar'
Guy Kawasaki
Este libro aborda un viejo tema, lanzar una empresa, pero es mucho más claro, concreto y entretenido que muchos otros manuales, afirma Steven Kaplan, director de la facultad del Centro Polsky para Emprendimientos de la Escuela de Negocios Booth en la Universidad de Chicago.
Se centra en la "sustancia más que en la forma, y alienta a los emprendedores a concentrarse en los clientes y ser específicos sobre su modelo de negocios", indica Kaplan. "Las empresas nuevas tienden a enfocarse demasiado en cuán buena es su tecnología, cuán grande es el mercado. Pasan muy poco tiempo entendiendo a sus clientes en profundidad y la razón por la que de hecho comprarán la tecnología". Una advertencia, el libro está dirigido a empresas de alto valor y crecimiento, como las tecnológicas.
'Rockefeller: las claves para generar riqueza'
Verne Harnish
Esta guía para desarrollar rutinas estructuradas y disciplinadas fue "una importante influencia en mi viaje desde podador de césped a emprendedor", afirma Barrett Ersek, presidente ejecutivo de Holganix, una empresa de suplementos para fertilizantes, de Pensilvania.
Por ejemplo, Ersek estableció un cronograma estricto para reuniones. Ahora se reúne con su equipo ejecutivo durante un día y medio una vez al año, dos horas por trimestre, 45 minutos por semana y cinco minutos al día, y cada una de las reuniones tiene un propósito claramente definido. "Antes, quizás teníamos una reunión estratégica, pero se producía con mucha menos frecuencia", dice. "Había muchas quejas y muy poca concentración"